domingo, 15 de mayo de 2016

EPICURO "La carta a Meneceo"



EPICURO (fragmento de la Carta a Meneceo)

El epicureísmo fue, después de Platón y Aristóteles, y junto al estoicismo, la corriente de pensamiento más importante de lo que suele englobarse bajo el título de “filosofía antigua”.

Su fundador, Epicuro de Samos (341 – 270 a.c.), de ascendencia atomista, centra su filosofía en la búsqueda de un núcleo ético fundamental: el placer.
El epicureísmo será, por tanto una filosofía hedonista.

Lo bueno es lo que nos produce placer. Ahora bien; no debemos entregarnos desmesuradamente a él, sino tener en cuenta sus consecuencias para evitar que un placer momentáneo pueda, más adelante, convertirse en displacer, en algo doloroso.

“Y hay que considerar que de los deseos unos son naturales, otros vanos, y de los naturales unos son necesarios, otros sólo naturales, y de los necesarios unos lo son para la felicidad, otros para el bienestar del cuerpo, otros para la vida misma.

Un recto conocimiento de estos deseos sabe, en efecto, supeditar toda elección o rechazo a la salud del cuerpo y a la serenidad del alma, porque esto es la culminación de la vida feliz. En razón de esto todo lo hacemos, para no tener dolor en el cuerpo ni turbación en el alma. Una vez lo hayamos conseguido, cualquier tempestad del alma amainará, no teniendo el ser viviente que encaminar sus pasos hacia alguna cosa de la que carece ni buscar ninguna otra, cosa con  que colmar el bien del alma y el cuerpo. Pues entonces tenemos necesidad del placer, cuando sufrimos por su ausencia, pero cuando no sufrimos ya no necesitamos del placer. Y por esto decimos que el placer es principio y culminación de la vida feliz. Al placer, en efecto, reconocemos como el bien primero, a nosotros connatural, de él partimos para toda elección y rechazo y a él llegamos juzgando todo bien con la sensación como norma.

Y como éste es el bien primero y connatural, precisamente por eso no elegimos todos los placeres, sino que hay ocasiones en que soslayamos muchos, cuando de ellos se sigue para nosotros una molestia mayor. También muchos dolores estimamos preferibles a los placeres cuando, tras largo tiempo de sufrirlos, nos acompaña mayor placer.

Ciertamente todo placer es un bien por su conformidad con la naturaleza y, sin embargo, no todo placer es elegible; así como también todo dolor es un mal, pero no todo dolor siempre ha de evitarse. Conviene juzgar todas estas cosas con el cálculo y la consideración de lo útil y de lo inconveniente, porque en algunas circunstancias nos servimos del bien como de un mal y, viceversa, del mal como de un bien.

También a la autosuficiencia la consideramos un gran bien, no para que siempre nos sirvamos de poco sino para que, si no tenemos mucho, nos contentemos con poco, auténticamente convencidos de que más agradablemente gozan de la abundancia quienes menos tienen necesidad de ella y de que todo lo natural es fácilmente procurable y lo vano difícil de obtener. Además los alimentos sencillos proporcionan igual placer que una comida excelente, una vez que se elimina del todo el dolor de la necesidad, y pan y agua procuran el máximo placer cuando los consume alguien que los necesita. Acostumbrarse a comidas sencillas y sobrias proporciona salud, hace al hombre solícito en las ocupaciones necesarias de la vida, nos dispone mejor cuando alguna que otra vez accedemos a alimentos exquisitos y nos hace impávidos ante el azar.

Cuando por tanto, decimos que el placer es fin no nos referimos a los placeres de los disolutos o a los que se dan en el goce, como creen algunos que desconocen o no están de acuerdo o mal interpretan nuestra doctrina, sino al no sufrir dolor en el cuerpo ni turbación en el alma.

Pues ni banquetes ni orgías constantes ni una mesa lujosa engendran una vida feliz, sino un cálculo prudente que investigue las causas de toda elección y rechazo y disipe las falsas opiniones de las que nace la más grande turbación que se adueña del alma. De todas estas cosas principio y el mayor bien es la prudencia. Por ello la prudencia es incluso más apreciable que la filosofía; de ella nacen todas las demás virtudes, porque enseña que no es posible vivir feliz sin vivir sensata honesta y justamente, ni vivir sensata, honesta y justamente sin vivir feliz. Las virtudes en efecto, están unidas a la vida feliz y el vivir feliz es inseparable de ellas”.


ACTIVIDAD:

Define placer según Epicuro
¿Por qué no hay que elegir todos los placeres?
¿Cuándo comer constituye una virtud?
Qué es la ataraxia? Trata de explicar dicho concepto. Busca en el diccionario filosófico si es necesario.
Explica con tus palabras el significado de autarquía. Nuevamente busca en un diccionario si lo requieres.
¿En qué consiste la prudencia para Epicuro??
¿Por qué los placeres son buenos, de atenernos al texto?
La moral de Epicuro, ¿te parece interesante para nuestras sociedades? ¿Por qué?

4 comentarios:

  1. Bueno,realizo este comentario con el fin de agradecerle este material, que nos sirve a todos para reflexionar en profundidad.
    Como verá y habrá experimentado ya,como jóvenes activos de esta sociedad cambiante, nos es difícil correspondernos con los placeres buenos y no tomar el camino mas fácil para alcanzar nuestros objetivos ya sean concretamente placeres u otro tipo de acciones.
    Por eso pienso que es bueno ya sea mediante un breve texto como este o con los consejos de la gente adulta, lograr aprender a vivir bien,con humildad y con lo necesario, cosa que nos es muy difícil en esta sociedad de consumo, como hablamos la última clase...
    Me gustó mucho este trabajo, por eso creí que era absolutamente necesario agradecerlo y poner de manifiesto mis opiniones en cuanto al asunto...Gracias por formarnos como personas útiles para esta sociedad, que es nuestra y que por inercia la heredaremos a nuestros hijos en algún momento.
    Espero que trabajos como éste se repitan muchas veces en el año! Nos vemos el miércoles...

    Atte: Santiago Chwastek

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    1. Me podrías dar tu opinión personal de si estas a favor o no de lo que dice epicur a meneceo

      «Que ningú, pel fet de ser jove, no deixi per més endavant l'aspiració a la saviesa, i que ningú, pel fet de ser vell, no es cansi d'aspirar a la saviesa: per ocupar-se de la salut de l'esperit no és mai massa tard ni massa aviat. Dir que encara no és hora d'aspirar a la saviesa, o que l'hora ja ha passat, és com dir que encara no ha vingut, o que ja ha fugit, l'hora de ser feliç. (...) El que cal, sens dubte, és que ens ocupem del que ens fa feliços, perquè, quan ho som, ho tenim tot i, si no ho som, ho fem tot per ser-ho. (Epicur, Carta a Meneceu)».

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  2. Hola Buenas tardes a todos,
    Dice Epicuro que de la prudencia nacen todas las virtudes y estas a su vez ayudan al ser humano a alcanzar el bien supremo, la felicidad. Quien practica las virtudes busca el bien y actúa con conocimiento de causa o sea que debe obrar con fe, entre otras cosas.
    saludos.

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  3. Hola Buenas tardes a todos,
    Dice Epicuro que de la prudencia nacen todas las virtudes y estas a su vez ayudan al ser humano a alcanzar el bien supremo, la felicidad. Quien practica las virtudes busca el bien y actúa con conocimiento de causa o sea que debe obrar con fe, entre otras cosas.
    saludos.

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